Actualmente, cada vez se piensa más en periodismo sonoro, sin embargo su destino favorito ya no es la radio, sino los podcasts. Su popularidad y la forma en que ha aumentado su consumo es innegable, por eso hay que entender este nuevo formato para no dejarse llevar únicamente por lo atractivo del cascarón.
En palabras de Carlos Alberto Scolari, investigador de la comunicación y experto en medios digitales, “el podcast es una radio muy tuneada, con altos niveles de preproducción y sin los tiempos urgentes ni el caótico griterío del broadcasting”.
Cada formato le ha dado al periodismo nuevas opciones para narrar. Desde la imprenta, que posibilitó masificar la información; los diarios, que le añadieron periodicidad -periodismo-; luego el audio y el video, que incrementaron su cercanía, compañía, carácter y todo lo demás; o la Internet, que trajo la inmediatez y la verdadera aldea global, cada pequeña innovación es una nueva revolución para el oficio.
En el caso del podcast, que podría traducirse de manera sencilla como una emisión de radio o televisión para consumir en línea, las oportunidades apuntan directamente a poner en el centro a los usuarios, y la revolución yace en el hecho de que puedan consumir estas emisiones en el momento que quieran y desde el dispositivo que quieran.
Aunque pueda entenderse como una tendencia nueva o de moda, desde 2005 el diccionario Oxford acogió el nombre de este tipo de formato, y luego hizo lo propio Apple con ese reglón en los primeros iPods. Casi 15 años después, el formato sigue creciendo y pisando fuerte en Colombia.
Según el estudio The State of the Podcast Universe 2020, Colombia fue el tercer país donde más creció el consumo de este formato durante los primeros meses de la pandemia, y el cuarto en países que más crecen en la producción de productos de este tipo.
Las fórmulas para alcanzar la sostenibilidad son el reto inmediato para cada nueva revolución de formatos en el periodismo, pero el podcast ya permite hablar de una industria que se cuece dentro de los medios de cualquier tamaño. La encuesta Pod de 2019 destaca que, por ejemplo, el 79 por ciento de las personas escucha el 90 por ciento o más de los episodios.
Se trata de un indicador de fidelidad altísimo donde el 40 por ciento de los encuestados están dispuestos a oír anuncios en sus programas, y el 88 por ciento no tendrían problema en donar para mantener a sus podcasts favoritos, un modelo que ya usan varios podcasts colombianos como Presunto Podcast, La No Ficción, Sudakas, entre otros.
Dicho todo esto, reunimos siete claves para que entusiastas del podcast y del periodismo le saquen el máximo provecho al formato:
1. Elige un tema y un enfoque
Alrededor del ´fenómeno´ podcast hay mitos como que se trata de un simple producto en audio y, aunque técnicamente lo es, un podcast es más bien una representación, una propuesta de carácter, una promesa de enfoque, una apuesta de identidad. Da igual si es una persona que se dedica a narrar la historia, o un programa con invitados, o un microformato sobre temas específicos, siempre hay una propuesta de tema que se alimenta con una propuesta de enfoque. Esto define la estructura también, por ejemplo, DianaUribe.FM es un podcast sobre historia, con un enfoque pedagógico y distendido y que se compone de series, y estas a su vez de capítulos.
Por eso, además del tema, aquí es importante planificar el número de episodios, el número de entregas, si se adapta y desarrolla como una serie, una temporada, etc. En ese sentido, hay que preguntarse si se debe contar todo y cómo se cuenta todo sin cansar. El espectro informativo debe ser amplio pero también contundente para que no haya vacíos informativos.
2. Identifica a tus oyentes
El público objetivo define prácticamente todo en el fondo y en la forma. ¿Quiénes son tus oyentes? Responder a esa pregunta determina el lenguaje, la línea gráfica, la duración, los temas, invitados, las referencias. No sobra preguntarse si ya hay productos similares para el público objetivo al que apuntas y, si los hay, qué ofrece el tuyo como diferencial.
3. Planifica el contenido, pero no al extremo
Quienes hacen podcast recomiendan no leer un guión al pie de la letra como se suele hacer en radio o televisión. Lo que sugieren es hacer una escaleta para tener un norte, un plan de trabajo donde estén claros los temas y cómo se desarrollarán, un paso a paso y un cuestionario base. Salvo excepciones, lo mejor es que jamás leas. Eso exige fluidez y repentismo, dos claves para hacer podcast.
4. Escucha a tus oyentes
Siempre es clave estar abierto a la retroalimentación del público. Hay que hacer la tarea de leer sus comentarios, sus exigencias y entender sus necesidades: la elipsis de la comunicación. En la medida en que te retroalimentes de sus opiniones, tendrás una ruta más segura para el éxito. Piensa incluso en eventuales espacios de participación dedicados a escucharlos.
5. Edita los capítulos
Grabar un capítulo implica tres pasos: la preproducción (pensar el capítulo, planificarlo, crear una escaleta), la producción (ejecutar la grabación) y la postproducción (un lugar donde el universo sonoro toma fuerza). Acá se permite todo lo que tu imaginación sea capaz de hacer. El sonido deja de ser un simple vehículo para comunicar y se convierte en el paisaje ideal para ambientar, transmitir emociones, ubicar al oyente en algún lugar o situación, dosificar, experimentar. Cerciórate de que los audios que utilices sean de libre uso.
Algunas páginas donde puedes descargar sonidos de uso libre:
6. Piensa en el mercadeo
El podcast es un producto y por lo mismo necesita mercadeo. No basta con el audio y la promoción única y solitaria. La propuesta idealmente debe llevar una línea gráfica acorde, o buena fotografía y diseño. Además, se recomienda que tenga una identidad de marca muy bien establecida que dialogue con el contenido. Como cualquier producto o servicio, recuerda que eventualmente debes darle un impulso a través de publicidad orgánica -basada en tus relaciones públicas y recomendadores legítimos o influencers- o paga, a través de inversión en publicidad o anuncios.
7. Más es más, pero que no se note
Parece una regla del periodismo pero no sobra usarla en este formato de manera más consciente. No lo hagas más complejo, utiliza un lenguaje simple, acércate a la empatía para comunicarte y no uses más de los recursos necesarios. Aléjate de palabras rebuscadas, pretensiones innecesarias y de programas que hacen las veces de egoteca donde el centro eres tú o son tus amigos. Llegar a tu podcast puede ser tan sencillo como irse para nunca más volver. Apóyate en la pedagogía, la economía del lenguaje y el sentido común. Piensa si un podcast como el que estás haciendo te interesaría a ti.